La crisis

la crisisTengo malas noticias.
Me han echado del curro. Así de fuerte. Como lo oyes.
Acabo de llegar y me he encontrado a otro currela en mi puesto.
No puedo creerlo. Me he quedado boquiabierto. Estoy superafectado. La crisis, supongo…

La crisis

– Ya, pero entiende a la empresa. Tiene más presencia que tú. Y además trabaja con todas las medidas de seguridad que establece la inspección de trabajo (casco, mono de trabajo, zapatillas de seguridad), no pide aumento de sueldo ni reclama horas extras, no se entretiene con desayunos interminables, trabaja sin descanso, y lo mejor, siempre lo hace con una sonrisa en su rostro,…Lo tienes difícil. En fin, ¡muchos ánimos! Es la crisis, ya sabes.

– Sí, pero mira… El tío está ahí. No me habla. Fijo que sabe que ocupa mi lugar. Por eso no me dirige la palabra. No se atreve, por vergüenza

– Tengo una idea. Tú espérate escondido y cuando se levante a mear, ¡zasssssssss!!!, ¡le quitas el sitio! ¡Volando! Oye, y si ves que no se levanta me llamas.

– Y si me meo yo antes?

– Aguanta tío, aguanta…

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