Hay una leyenda que dice que un sirviente de un emperador Chino llevaba un mosaico de cerámica, muy caro y frágil, y tropezó rompiéndolo en pedazos. Desesperado, el sirviente trato de formar de nuevo el mosaico en forma cuadrada pero no pudo. Sin embargo, se dio cuenta de que podía formar muchas otras figuras con los pedazos.
El Tangram es un juego que tiene su origen en China, se dice que entre los años 618 y 900 de nuestra era, periodo durante el cual reinó en China la dinastía Tang, de la que derivaría su nombre. Otra versión sitúa el nacimiento del nombre en una derivación de tang, una palabra cantonesa que significa “chino”, con el sufijo inglés gram (-grama) que significa “escrito” o “gráfico”.
Este juego de entretenimiento consistente en formar siluetas de figuras con las siete piezas dadas sin solaparlas. Los primeros libros sobre el tangram aparecieron en Europa a principios del siglo XIX y presentaban tanto figuras como soluciones.
Las 7 piezas, llamadas “Tans”, son las siguientes:
- 5 triángulos de diferentes tamaños
- 1 cuadrado
- 1 paralelogramo romboide
Se conocen más de 1600 figuras distintas que se pueden realizar con un sólo juego de tangram, a las casi 900 figuras originales chinas hay que sumar las 750 figuras nuevas que los diseñadores holandeses Joost Elffers y Michael Schuyt incluyeron en su edición de 1973.
Hoy en día, el Tangram se usa como entretenimiento, en psicología, en educación física, en diseño, en filosofía y particularmente en pedagogía. En el área de enseñanza de las matemáticas el Tangram se emplea para introducir conceptos de geometría plana, y para promover el desarrollo de capacidades psicomotrices e intelectuales de los niños, pues permite ligar de manera lúdica la manipulación concreta de materiales con la formación de ideas abstractas.
Hay una magnífica historia contada con figuras de tangram que he querido reproducir aquí para vosotros*.
En una bella casa vivía un niño , con su perro . Este niño era muy alegre y le gustaba mucho bailar , pero cierto día su perro se perdió, y el niño estaba muy triste . Hizo dibujos de su perro y se los enseño a todos sus conocidos , alguien le dijo que había visto a su perro cerca del muelle, el muchacho corrió hasta el muelle , el perro al ver a su dueño corrió hacia él , y los dos felices decidieron realizar una paseo en bote .
La naturaleza de este juego da lugar a algunas paradojas, que han sido descubiertas a lo largo de la historia, como es el caso de la paradoja descubierta por el matemático inglés Henry Dudeney (autor del famoso libro de acertijos y curiosidades matemáticas “Los acertijos de Canterbury”), llamada la paradoja del monje chino
En ambos casos se utilizan las 7 piezas del tablero de tangram, pero el monje de la izquierda tiene pies, y el de la derecha no.
La solución de esta supuesta paradoja nos la da el profesor Pedro Alegría, en el número 28 de la revista SIGMA (podéis encontrar el enlace al final del artículo).
Como se puede apreciar, la solución viene dada por la diferencia de dimensiones entre ambas figuras.
Nosotros hemos querido esta vez crear nuestro propio juego de tangram, construido enteramente con piezas de LEGO.
Hemos hecho 2 versiones distintas, cada una con sus ventajas e inconvenientes:
Debido a los ángulos de las piezas es más romboidal que cuadrado, además algunas piezas carecen de la simetría necesaria.
Por contra tiene unos acabados mucho mejores.
Este segundo modelo cumple perfectamente con la simetría y proporciones, pero carece de terminaciones en las piezas (esquinas) y es algo menos estético.
A continuación os mostramos algunas de las figuras que se pueden montar con este particular tangram:
Gato
Conejo
Cisne
Esperamos que os haya gustado el artículo.
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