Son numerosos los casos en los que la ciencia ha hecho uso de los materiales de LEGO para investigaciones. Los ejemplos más conocidos son quizás los relacionados con la robótica.
Sin embargo, sus aplicaciones pueden ser a veces sorprendentes. En este caso, los arqueólogos y restauradores del museo Fitzwilliam de la Universidad de Cambridge, se ayudaron de piezas de LEGO para poder recuperar una momia que yacía encerrada en los sótanos del mencionado museo desde hacía 50 años.
Esta fue encontrada en el Ramesseum, el templo funerario de Ramsés II y famosa necrópolis tebana, por el egiptólogo James Quibell en 1896.
A pesar de haber sufrido saqueos varios, la momia conservaba aún el cartonnage pintado de colores vivos propio del Tercer Período Intermedio (1069-664 a.C.).
El cartonnage era una técnica egipcia consistente en una serie de capas de yeso o fibra que era lo suficientemente flexible como para poder moldear las superficies más irregulares del cuerpo, y utilizado también para producir cajas, máscaras, o paneles que cubrían total o parcialmente el cuerpo momificado ya envuelto.
Fueron estos paneles los que dieron más trabajo a los expertos por su delicada naturaleza y estado de conservación, razón por la cual necesitaron la ayuda de la escuela de ingenieros de Cambridge para encontrar soportes que les pudiesen ayudar con la dura tarea. Y fue así como, después de probar múltiples opciones, se dieron cuenta que lo mejor era hacerlos con LEGO…