Theo Jansen, el creador de bestias

theoLa cinética es la parte de la física que estudia los sistemas estáticos o en movimiento mediante el empleo de los conceptos de longitud, tiempo y masa. En este estudio se basa la técnica que utiliza Theo Jansen (Scheveningen, 1984) un artista y escultor alemán afincado en Holanda, para dar movimiento a sus creaciones, valiéndose de la fuerza del viento y la tracción animal. Construyendo grandes figuras que imitan esqueletos de animales, sus trabajos son una mezcla de ingeniería y arte.

En 1990 Jansen era columnista y comenzó a investigar acerca de dunas formadas sobre esqueletos de animales que protegían a los Países Bajos de una hipotética subida del nivel del mar. Aquello le dio la idea para crear sus Strandbeest (holandés: strand=playa; beest=bestia), a los que ha dedicado más de 25 años y en los que, según él, seguirá trabajando hasta que sean completamente independientes.

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Sus bestias de playa comparten la fórmula matemática de los trece “números sagrados” que indican la longitud de los tubos que componen las patas y definen la forma de caminar de los animales.Es mediante un programa informático con el que logra producir cientos de piernas diferentes y tras meses trabajando en ello, obtuvo las patas con las medidas perfectas.

El artista explica en su publicación The Great Pretender cómo los tubos de cables amarillentos le sirvieron de inspiración para estas bestias, típicos de los Países Bajos y con aspecto de hueso.

La influencia de la obra de Theo Jansen ha alcanzado incluso el mundo LEGO. Una reproducción en miniatura de su strandbeest Rhinoceros fue presentado como propuesta para LEGO Ideas; desgraciadamente no obtuvo el respaldo esperado por parte de la comunidad. No obstante nos parece muy curioso dado que no una ningún motor para moverse, al igual que las construcciones del artista holandés y verlo en movimiento.

 


“El mar no hace más que subir, y esto amenaza con hacer retroceder los límites de nuestra tierra hasta donde estuvieron en el medievo. Y todos sabemos que en ese minúsculo trocito que nos va a quedar poco podremos hacer. Por tanto, la gran cuestión es: ¿cómo hacer llegar más granitos de arena a nuestras dunas? Sería fantástico si tuviéramos unos animales que removieran la arena de nuestras playas, que la arrojaran al aire, para que, a continuación, el viento se encargara de llevarla hasta las dunas”.
(Correplayas,
por Theo Jansen)

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