En la primera parte de esta entrada de blog mencionábamos que el diario Smithsonian había publicado un artículo sobre Mindstorms, haciendo hincapié en el papel predominante que esta adquiriendo como herramienta educativa. En esta segunda parte, Creando a los ingenieros del futuro con LEGO 2, seguimos refiriéndonos a este mismo artículo y su contenido.
Desde sus comienzos, LEGO siempre se orientó hacia el fomento de la imaginación como pilar fundamental de su filosofía. Su fundador, Ole Kirk Kristiansen, le puso el nombre Leg Godt a la compañía, que en danés viene a traducirse como “juega bien”. Sin ser consciente de ello, la misma frase en latín significa “yo pongo junto”. Al parecer, hay quien dice que LEGO es una expresión del carácter danés, país de pocos recursos naturales que siempre ha dependido del ingenio de su pueblo para poder subsistir.
Siguiendo esta filosofía surgió Mindstorms en colaboración con el prestigioso MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) para expandir el horizonte de posibilidades de los usuarios de LEGO. Y fue todo un éxito desde el principio, convirtiéndose en el producto más vendido en la historia de la compañía.
Ya en 1998, cuando salió a la luz la primera versión, el estudiante de la Universidad de Stanford Kekoa Proudfoot, desentraño los diseños de los procesadores y los colgó en internet. Se unieron al mismo propósito otros hackers con el fin de desarrollar nuevo software y jugar haciendo modificaciones.
El equipo directivo de LEGO y sus abogados tuvieron que meditar sobre lo ocurrido para decidir que postura adoptar al respecto. ¿Debían tomar medidas legales contra los hackers? No fue así, puesto que la filosofía de LEGO siempre fue el promover la creatividad. Más bien al contrario, se tomó nota para tratar de facilitar en futuras versiones el poder hacer modificaciones.
Así ocurrió en la versión de 2005 y ocurrirá en la de 2013. Y a ello hay que añadir que la compañía se ha apoyado crecientemente en la comunidad de usuarios para desarrollar un producto a la medida de éstos.
Pero no sólo eso, sino que para el EV3 han añadido el estudio de la forma en la que los niños interactúan con los robots para maximizar los resultados educacionales del Mindstorms. En palabras de Camilla Bottke, manager senior del departamento de marketing de LEGO, la particularidad de los niños es que no ven a los robots como objetos, sino más bien como extensiones de sí mismos, cosas con personalidad y carácter. No es hasta que construyen y programan un robot ellos mismos, que se dan cuenta del trabajo de razonamiento y esfuerzo que hay detrás de cualquier prototipo para hacer que éste finalmente funcione…
Continuará
Para ir a parte 1